Nico Rosberg ha conseguido en Suzuka lo que se denomina una victoria de campeonato, la 23ª de su carrera deportiva y un triunfo que le ha dado a Mercedes el título de Constructores. Ha dominado la carrera con autoridad, de la primera vuelta a la última, sin cometer errores, controlando la presión, conduciendo con tranquilidad sin estresar al coche y consciente en todo momento de lo que se está jugando. El primer título mundial le espera. Quedan cuatro carreras, 100 puntos en juego y tiene 33 de ventaja.

La segunda plaza ha sido para un sensacional Max Verstappen. Todos aquellos que decían que el chaval era una cortina de humo y un piloto producto de marketing, se han tenido que callar las bocas definitivamente este año. Es un piloto excepcional. Aguantarle diez vueltas a Lewis Hamilton con un Mercedes en Suzuka no es nada fácil y lo ha hecho con maestría, sin cometer el más mínimo error, sin arrugarse y optimizando el comportamiento de un Red Bull que hoy en pista parecía inferior al Ferrari.

Hamilton, que había ganado en este circuito los dos últimos años, tuvo un error monumental en la salida que le costó la victoria y quizás el campeonato. Se quedó clavado en la parrilla y ha caído de la segunda a la octava posición, lo que le ha obligado a una carrera a contrapié. Pese a que en el primer stint parecía fuera de sí, abatido, ha recuperado el pulso mediada la carrera y ha protagonizado una gran remontada que le ha llevado al podio. Le ha ayudado un nuevo error estratégico de Ferrari, que ha dejado a Vettel demasiado tiempo expuesto en la pista después de la segunda parada de Lewis, pero al final ha tropezado con un Verstappen que le ha cerrado todas las puertas. El holandés lo ha mantenido a raya como un viejo zorro y ha cerrado tan bien la puerta que Hamilton se ha salido recto en la última chicane en el último y desesperado intento por pasarle.

Gran carrera también de Sergio Pérez, que ha llevado al Force India de nuevo a la séptima plaza y, por otro lado, fin de semana para olvidar para Fernando Alonso y Carlos Sainz. El asturiano, decimosexto, ha visto como en una semana pasaba de estar delante de los Force India a no poder ni tan siquiera con los Sauber, mientras que Carlos Sainz, decimoséptimo, ha pagado otra vez la falta de velocidad punta del Toro Rosso, que se comporta muy bien en las zonas reviradas pero al que le falta potencia para adelantar cuando se encuentra inmerso en el tráfico.